Antirracismo y género: una intersección crítica en las Políticas Públicas Contemporáneas - MAD ÁfricaAntirracismo y género: una intersección crítica en las Políticas Públicas Contemporáneas - MAD África

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21/junio/2024

Antirracismo y género: una intersección crítica en las Políticas Públicas Contemporáneas

Este ensayo examina la intersección crítica entre el antirracismo y el género en el ámbito de las políticas públicas contemporáneas, argumentando que una aproximación interseccional es esencial para lograr una verdadera equidad social. Se analizan estudios y casos que destacan la importancia de considerar estas dimensiones interconectadas en la formulación de políticas públicas. Además, se discuten los desafíos y las oportunidades para implementar políticas que aborden simultáneamente las desigualdades raciales y de género. Finalmente se presentan recomendaciones detalladas para diseñar políticas públicas más inclusivas y efectivas, subrayando la necesidad de un compromiso continuo con la interseccionalidad.


Por Xitlali del Carmen Torres Aguilar y Eliana Rocio Tirado Cuéllar
Alumnas del Curso de Formación Nuevas Narrativas: Recuperando el poder del discurso social y humanista sobre las migraciones

 

Las políticas públicas contemporáneas enfrentan el desafío de abordar desigualdades profundamente arraigadas en nuestras sociedades. Este ensayo se centra en la intersección del antirracismo y el género, explorando cómo una aproximación interseccional puede enriquecer y fortalecer las políticas públicas. La interseccionalidad es un concepto desarrollado por Kimberlé Crenshaw, se refiere a como las diferentes formas de discriminación se superponen y afectan a las personas de maneras complejas y únicas. Este trabajo destaca la importancia de considerar estas intersecciones en la formulación de políticas para promover una verdadera equidad social, y examina ejemplos y estudios que ilustran esta necesidad.

 

Desarrollo expositivo argumentativo

La interseccionalidad es crucial para comprender las experiencias diversas de las personas y cómo las políticas públicas pueden impactarlas de manera desigual. Kimberlé Crenshaw (1989) introdujo el concepto de interseccionalidad para resaltar como las experiencias de marginalización y discriminación no pueden entenderse completamente sin considerar las múltiples identidades que una persona posee. Por ejemplo, las mujeres afrodescendientes enfrentan discriminaciones que no se explican únicamente por su género o raza, sino por la combinación de ambos factores.

Las políticas que no consideran la interseccionalidad tienden a ser ineficaces, ya que abordan los problemas de manera fragmentada y no logran reconocer las múltiples capas de opresión que enfrentan las personas. Por ejemplo, las políticas de igualdad de género que no consideran la raza pueden no ser suficiente para mejorar la situación de las mujeres indígenas, Rrom, afrodescendientes, quienes enfrentan barreras adicionales debido al racismo estructural.

Crenshaw (1991) argumenta que la falta de un enfoque interseccional en las políticas de derechos civiles y de género perpetúa las jerarquías de poder existentes, ya que estas políticas no logran capturar las experiencias complejas de aquellos que se encuentran en la intersección de múltiples sistemas de opresión. Por lo tanto, para desarrollar políticas públicas efectivas que promuevan la justicia social, es imprescindible adoptar un enfoque interseccional que considere las múltiples dimensiones de la identidad.

 

Políticas interseccionales exitosas

Un ejemplo destacado de políticas interseccionales es el programa de Acción Afirmativa en Sudáfrica. Este programa no solo busca corregir las desigualdades raciales, sino que también considera la equidad de género, reflejando un compromiso con la justicia interseccional (Booysen, 2007). La implementación de este programa ha permitido que tanto las mujeres como los hombres de personas históricamente racializadas tengan mayores oportunidades en el ámbito laboral y educativo.

Otro ejemplo relevante es la legislación sobre violencia de género en España. Esta legislación ha comenzado a incorporar dimensiones de discriminación racial y étnica, reconociendo que las mujeres migrantes enfrentan barreras adicionales en el acceso a la justicia y los servicios. Según Martínez et al. (2019), esta inclusión ha permitido una mejor respuesta a las necesidades específicas de estas mujeres, promoviendo un enfoque más inclusivo y efectivo en la lucha contra la violencia de género.

El análisis de estos ejemplos devela que la adopción de un enfoque interseccional en la formulación de políticas públicas no solo es factible sino también beneficioso al reconocer y abordar las múltiples formas de discriminación que afecta a las personas, estas políticas pueden generar resultados más equitativos y justos. Sin embargo, es esencial que estas políticas sean diseñadas e implementadas con un entendimiento profundo de realidades locales y las necesidades específicas de las comunidades a las que se dirigen.

 

Desafíos en la Implementación de Políticas Interseccionales

Implementar políticas interseccionales enfrentan varios desafíos. Uno de los principales es la resistencia institucional y la falta de comprensión sobre la interseccionalidad entre los formuladores de políticas. Muchas veces, las instituciones prefieren enfoques más simplistas que no requieren cambios estructurales profundos. Además, la falta de datos desglosados que releven las múltiples dimensiones de la desigualdad dificulta el diseño y la implementación de políticas informadas y efectivas.

La resistencia a la interseccionalidad también puede ser cultural y política. En muchos contextos, las discusiones sobre raza y género están profundamente politizadas, lo que puede dificultar la adopción de enfoques interseccionales. Según Hancock (2007), la interseccionalidad a menudo se percibe como una amenaza a las estructuras de poder establecida, lo que puede resultar en resistencia activa o pasiva por parte de quienes se benefician de estas estructuras.

Otro desafío es la necesidad de capacitación continua y la sensibilización de los funcionarios públicos y los responsables de la formulación de políticas sobre la importancia de la interseccionalidad. Sin una comprensión adecuada de cómo las diversas formas de discriminación interactúan, las políticas seguirán siendo parciales y limitadas en su efectividad. Esto requiere un compromiso a largo plazo con la educación y la formación, así como la voluntad de adaptar y ajustar las políticas en respuestas a nuevas informaciones y cambios en las circunstancias.

 

Oportunidades para Políticas Públicas Interseccionales

A pesar de estos desafíos, la implementación de políticas interseccionales ofrece oportunidades significativas para promover la equidad y la justicia. Por ejemplo, las políticas de salud pública que consideran tanto la raza como el género pueden mejorar significativamente los resultados de salud para las mujeres étnicas. Un estudio de William y Mohammed (2013) muestras que las intervenciones en salud que tienen en cuenta la interseccionalidad pueden reducir las disparidades en salud y mejorar el bienestar general de los pueblos étnicos.

Además, la participación de las comunidades en el proceso de creación de políticas puede asegurar que sus necesidades y experiencias sean consideradas, lo que resulta en políticas más relevantes y efectivas.

La inclusión de voces diversas en el proceso de toma de decisiones es fundamental para diseñar políticas que verdaderamente aborden las complejidades de la desigualdad. Al fomentar la participación comunitaria y la colaboración intersectorial, las políticas públicas pueden ser más inclusivas y sostenibles.

La implementación de políticas intersectoriales también puede servir como catalizador para un cambio social más amplio. Al abordar las desigualdades estructurales y sistémicas estás políticas pueden contribuir a una mayor concientización y movilización en torno a las cuestiones de justicia social. Según Collins (2015), las políticas interseccionales tienen el potencial de transformar no solo las instituciones, sino también las aptitudes y prácticas sociales, promoviendo una cultura de equidad e inclusión.

 

Recomendaciones para la Formulación de Políticas Públicas Interseccionales

Para avanzar hacia políticas más inclusivas, se recomienda:

Recopilación de datos desglosados: Es crucial recolectar y analizar datos que consideren múltiples dimensiones de identidad. Esto incluye datos desglosados por origen étnico, género, edad, orientación sexual, y otras categorías relevantes. La falta de estos datos puede llevar a políticas mal informadas que no aborden adecuadamente las necesidades de los diferentes sectores poblacionales (Holvino, 2010).

Capacitación en Interseccionalidad: Los formuladores de política deben recibir capacitación sobre como las diferentes formas de discriminación interactúan y afectan a los diferentes sectores poblacionales. Esta capacitación debe ser continua y adaptada a los contextos específicos de cada país y comunidad. La formación debe incluir estudios de caso y ejemplos prácticos para ilustrar como la interseccionalidad puede ser aplicada en la práctica (Hill Collins & Bilge, 2016).

Participación comunitaria: Involucrar a las comunidades afectadas en el proceso de creación de políticas para asegurar que sus necesidades y experiencias sean consideradas. La participación comunitaria no debe ser solo un proceso de consulta, sino también decisiva, permitiendo que las comunidades tengan una influencia real en la formulación de políticas. Esto puede lograrse a través de foros comunitarios, encuestas participativas y comités de asesoramiento (Young, 2000).

Evaluación y ajuste continuo: Implementar mecanismos de evaluación continua para revisar y ajustar las políticas en función de su efectividad y el feedback de las comunidades afectadas. Esto asegura que las políticas puedan adaptarse a las necesidades cambiantes y mejorar con el tiempo. La evaluación debe incluir indicadores específicos de interseccionalidad para medir el impacto en diferentes grupos demográficos (Bowleg, 2012).

Colaboración intersectorial: Fomentar la colaboración entre diferentes sectores y niveles de gobierno para abordar las desigualdades de manera integral. Las políticas interseccionales requieren de un enfoque holístico que involucré a todas las partes interesadas. La colaboración intersectorial puede incluir la creación de equipo multidisciplinarios y la integración de enfoques interseccionales en todas las áreas de la política pública (Choo & Ferree, 2010).

 

Conclusión

La intersección del antirracismo y el género en las políticas públicas contemporáneas es esencial para abordar las complejidades de la desigualdad. La implementación de una perspectiva interseccional en las políticas públicas no solo reconoce las diversas experiencias de discriminación, sino que también promueve soluciones más inclusivas y efectivas. Para lograr una verdadera equidad, es necesario un compromiso continuo con la interseccionalidad en la formulación y ejecución de políticas públicas. Este enfoque permitirá desarrollar políticas que no solo aborden las desigualdades actuales, sino que también prevean y mitiguen las futuras, creando una sociedad más justa y equitativa para todos.

 


 

  • Booysen, L. (2007). Barriers to employment equity implementation and retention of blacks in management in South Africa. South African Journal of Labour Relations, 31(1), 47-71.
  • Bowleg, L. (2012). The problem with the phrase women and minorities: Intersectionality—an important theoretical framework for public health. American Journal of Public Health, 102(7), 1267-1273.
  • Choo, H. Y., & Ferree, M. M. (2010). Practicing intersectionality in sociological research: A critical analysis of inclusions, interactions, and institutions in the study of inequalities. Sociological Theory, 28(2), 129-149.
  • Collins, P. H. (2015). Intersectionality’s definitional dilemmas. Annual Review of Sociology, 41, 1-20.
  • Crenshaw, K. (1989). Demarginalizing the intersection of race and sex: A black feminist critique of antidiscrimination doctrine, feminist theory, and antiracist politics. University of Chicago Legal Forum, 1989(1), 139-167.
  • Crenshaw, K. (1991). Mapping the margins: Intersectionality, identity politics, and violence against women of color. Stanford Law Review, 43(6), 1241-1299.
  • Hancock, A. M. (2007). Intersectionality as a normative and empirical paradigm. Politics & Gender, 3(2), 248-254.
  • Hill Collins, P., & Bilge, S. (2016). Intersectionality. Polity Press.
  • Holvino, E. (2010). Intersections: The simultaneity of race, gender and class in organization studies. Gender, Work & Organization, 17(3), 248-277.
  • Martínez, R., García, P., & López, A. (2019). La violencia de género y la interseccionalidad en la legislación española: Un análisis crítico. Revista de Derecho y Género, 7(2), 45-62.
  • Williams, D. R., & Mohammed, S. A. (2013). Racism and health I: Pathways and scientific evidence. American Behavioral Scientist, 57(8), 1152-1173.
  • Young, I. M. (2000). *Inclusion and Democracy*. Oxford University Press.