La música subsahariana es un regalo para la humanidad - MAD ÁfricaLa música subsahariana es un regalo para la humanidad - MAD África

noticias

8/octubre/2018

La música subsahariana es un regalo para la humanidad

Escrito en elpais.es, el 5/octubre/2018, por Emma Dowuona-Hammond

Con sus características distintivas, polirritmias complejas, llamadas y respuestas, poliarmonías e improvisación, la tradición musical subsahariana siempre ha servido como conexión entre lo terrenal y lo espiritual

Las influencias de las tradiciones de música y danza de África Subsahariana están muy extendidas en Occidente. Tanto en su origen como en sus formas evolucionadas, estas músicas tienen como denominador común el estar entrelazadas con la existencia de una cultura, eso que permite a los seres humanos trascender al tiempo a lo largo de los siglos. Esta trascendencia es un factor fundamental que ayuda a comprender cómo la gente, forzada a marchar desde el Viejo Mundo al Nuevo, sobrevivió al secuestro, la esclavitud, la alienación y la persecución durante siglos. Con características distintivas, polirritmias complejas, llamadas y respuestas, poliarmonías e improvisación por nombrar algunas, la tradición musical subsahariana siempre ha servido como una suerte de conexión entre lo terrenal y lo espiritual.

Un ejemplo de tal cosa es el éxito de la película Black Panther, cuya brillante banda sonora fue creada por Ludwig Göransson en colaboración con el legendario músico senegalés Baaba Maal. Esto se suma al constante aumento de la popularidad de los subgéneros de la música electrónica africana, variación de la música tradicional que ha tenido y continúa teniendo impacto en todo el mundo.

En la mayor parte de África, la música y la danza se utilizan tanto en la expresión cultural comunitaria como en la comunicación. Al estar criada en Londres, para mí fue una revelación escuchar cada día en el pueblo de mi familia paterna en el este de Ghana al percusionista local del djembe anunciando la hora de la cena de Jumapo. Lo hace siempre, cuando la gente se reúne en rituales que abordan cuestiones sociales, como los ritos de madurez, festivales, funerales, ceremonias religiosas o de trabajo, cuando todos comparten el ritmo, y de esta forma comparten la vida.

Duke Ellington decía: «Sostengo que el negro es la voz creativa de los Estados Unidos, es la América creativa, y fue un día feliz en los Estados Unidos cuando el primer esclavo infeliz fue desembarcado en sus costas».

Son muchos los grupos étnicos que conforman esta tradición musical del África Subsahariana, tan a menudo transmitida oralmente; el bakongo, el fon, el mandé y el yoruba son solo algunos. Sin embargo, en todos existen las características ya mencionadas, también presentes de manera similar en la música de las Américas, como resultado de lo que fue la mayor migración forzada de la Historia de una población humana, como, por ejemplo, en la rumba cubana, la samba brasileña, el candombe uruguayo, o en la soca y el calipso de Trinidad y Tobago. Estas características también son evidentes al mirar la música negra de los Estados Unidos: blues, ragtime, gospel, jazz, funk, RnB, rock ‘n’ roll, hip hop y house. En el último siglo, todos estos géneros han cambiado la forma en que se compone y se escucha la música alrededor del mundo.

Llamada y respuesta

Creativa, inclusiva y espontánea a la vez, la llamada y respuesta es un tipo de comunicación en la música en la que alguien canta o produce una frase, que es la llamada. Y otra persona responde con una frase, respuesta. La canción de trabajo es un ejemplo particular de esto. Históricamente, la tradición de África occidental rechaza la pereza a favor del trabajo duro, y la canción laboral africana ilustra cómo la llamada y la respuesta existe como parte de esa disciplina comunitaria. La tradición de éste tipo de canción fue mantenida viva durante la esclavitud en las Américas por la gente obligada a realizar trabajos manuales en las cárceles, en las vías del tren y en los campos de algodón, caña de azúcar y arroz. En los conciertos en directo de muchos géneros de la música popular occidental, la llamada y respuesta se utiliza para interactuar con el público; éste tipo de participación es otro atributo típico de la tradición musical africana.

Polirritmia

Babatunde Olatunji decía: «Allí de donde vengo, decimos que el ritmo es el alma de la vida, porque todo el universo gira en torno al ritmo, y cuando nos salimos del ritmo, es cuando nos metemos en problemas».

La polirritmia es el uso simultáneo de dos o más patrones rítmicos conflictivos que no provienen necesariamente de la misma fuente. Es quizás la característica que más destaca de la música africana, y está presente en muchos estilos y bailes de percusión subsaharianos, como la danza agbekor de los ewe, o en la música kpanlogo de los ga, tocada con instrumentos como el djembe o el tambor dundun. Se cree que la práctica de tocar con polirritmia ayuda a mantener una salud mental óptima. En la música de los siglos XX y XXI, esta característica polirrítmica se manifiesta profundamente en, por ejemplo, el bebop, el jazz, el house y la música electrónica.

Improvisación

Charlie Parker decía: «Tienes que aprender a tocar tu instrumento. Practica, practica, practica. Y luego, cuando finalmente te subas al escenario, olvídate de todo eso y toca desde tu alma».

Tal vez el pináculo de la creatividad, la improvisación musical, sea la composición y expresión espontánea de la música, que sin duda requiere una potente mezcla de habilidad, conocimiento, capacidad de comunicar y de responder a la dinámica externa.

La improvisación es un fenómeno global, que existe en la mayoría de la música folk y tradicional. Su presencia en la música estadounidense se relaciona principalmente con ciertas tradiciones musicales subsaharianas, que enfatizan la importancia de las aportaciones individuales como parte de una representación colectiva, a menudo vista en actos improvisados de percusión, canto y, por supuesto, baile. Un cypher de breakdance – donde los bailarines toman turnos sucesivos demostrando habilidades técnicas y rítmicas – es una sólida ilustración de esto. Al igual que el concepto de b-boyism – aprender su oficio a la perfección y luego evolucionarlo – el breakdance tiene raíces en la tradición subsahariana, donde los ancianos guían a los estudiantes en las técnicas tradicionales de percusión y baile hasta que están considerados preparados para después desarrollar su propio estilo. Los solos míticos del jazz y del rap también demuestran claramente el dominio de la improvisación.

A nuestro alrededor, salpicando la música moderna tanto de fondo como en primer plano, hay huellas de África. Ya sea en versiones diluidas, generadas por computadora, o integrales y profundas, las características revelan sus orígenes. La tradición musical subsahariana ha sido un regalo para la humanidad, una práctica evolutiva, sagrada e inspiradora, que ha podido superar una experiencia humana trágica y prolongada. Estamos en un momento interesante en el que la música africana tiene visión de futuro. Dicho eso, y sin olvidar el pasado, sigamos bailando