Del dicho al hecho: La realidad de las diversidades y la interculturalidad en la educación
Ana Santana, alumna del curso de formación Interculturalizar la Educación, reflexiona sobre el reto y la oportunidad que supone la educación intercultural para el sistema educativo. El curso, coordinado por MAD África, tuvo como objetivo mejorar las competencias interculturales para trabajar en educación desde los enfoques antirracistas, y decoloniales y generar una práctica docente inclusiva y respetuosa con la infancia y adolescencia racializada.
La educación intercultural supone un reto y una oportunidad para el sistema educativo, ya que debe adaptarse a las necesidades y demandas de una población cada vez más diversa y compleja. Para ello, es necesario revisar los currículos, las metodologías, los recursos, la organización y la evaluación de los centros educativos, así como la formación y el rol del profesorado. Migrar del dicho de que la educación es incluyente y llevarlo al hecho de que la educación intercultural es una propuesta educativa que reconoce, valora y enriquece las sociedades fortalece la realidad de dar igualdad de oportunidades y derechos de todas las personas, independientemente de su origen, lengua, religión o cultura.
El dicho
Se habla que la educación hoy día se organiza desde las aulas inclusivas que consolidan espacios diversos para el diálogo, el respeto y la convivencia entre grupos de diferentes culturas. según esta visión, en la praxis se favorece la convivencia, la cooperación, la solidaridad y la participación ciudadana en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva. Entonces, la educación tiene un papel fundamental en la promoción de una cultura de paz y de una ciudadanía global. Se da por hecho que esto es la realidad y se sigue trabajando en el fortalecimiento de la educación desde estos pilares, con el fin mismo de fortalecer una sociedad que gira en torno al desarrollo humano y social, sin dejar de lado los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas.
La educación desde esa mirada es entonces un proceso que implica el intercambio de conocimientos, valores y actitudes entre las personas que participan en él. Se dice que en su constante cambio aún hay retos que afrontar que al final garantizan el acceso y la calidad educativa para todos, independientemente de su origen, condición o necesidad, Carbonell (2003) y que en este camino se hace necesario reducir las brechas sociales-digitales que existen entre los diferentes grupos poblacionales, así como adaptar los currículos y las metodologías a las características y demandas de cada estudiante.
Así pues, perseguir el fin mismo de fortalecer una sociedad en pro del desarrollo humano – social, sin dejar de lado los derechos humanos , las libertades fundamentales de las personas ha constatado que esta educación de la que se dice que es de todos y de todas, es de unos y unas pocas personas, que si bien la educación es la base de un todo social, educarse sin ser parte de la cultura mayoritaria o sin ser parte de la mayoría de la población parece ser un reto que dice la educación ya haber superado.
El hecho
A pesar de que existen normativas internacionales y nacionales que promueven una educación intercultural, basada en el reconocimiento, el respeto y el diálogo entre las distintas culturas, la realidad educativa muestra aún una tendencia a abordar la diversidad desde una perspectiva multicultural donde predomina la hegemonía cultural y se limita a reconocer la existencia de otras culturas sin propiciar su interacción e integración.
Actualmente la educación sigue formando bajo un ambiente que genera conflictos entre los diferentes grupos culturales que conviven en una misma sociedad ya que la educación multicultural pretende reconocer y valorar la diversidad cultural como un recurso educativo más, Ortega, P., Mínguez, R., & Sierra, J. A. J. (2001) lo que está perpetuando que se acentúan las diferencias y se aboga por reconocer cada vez más el sentido de pertenencia a una comunidad nacional y no de sentidos comunes compartidos. Soriano (2004) Este tipo de perspectiva sigue dificultando la integración de personas de origen diverso, al favorecer el aprendizaje de tradiciones de una cultura hegemónica.
Se entiende que educar bajo la visión multicultural en vez de acortar brechas las sigue fomentando. Cabe recordar también que, aunque la cultura hegemónica no es una realidad estática, sino que es el resultado de procesos históricos, políticos y económicos que han privilegiado a ciertos grupos sobre otros, esta misma no representa la diversidad de expresiones, identidades y saberes que existen en el mundo, sino que las invisibiliza, excluye o subordina. La cultura hegemónica no es una fuente de progreso ni de desarrollo, sino que es una forma de dominación y de violencia simbólica que impone una visión única y limitada de la realidad que la educación actual sigue propiciando. Gimeno Sacristán (1992)
La realidad de las diversidades y la interculturalidad en la educación
Potenciar la participación activa y democrática de todos las personas, necesita de agentes educativos que puedan mediar en la construcción de una sociedad intercultural, diversa e inclusiva por tanto, Villagómez, M., & de Campos, R. C. (2014) El enfoque a seguir debe ser uno en el que la educación no solo habla de la interculturalidad en papel y en práctica meramente distinga el aspecto multicultural o que contrariamente en la revisión de la realidad se dé prioridad todavía a la adopción de rasgos distintivos de la cultura hegemónica por encima de otra. Educar en diversidades y desde la interculturalidad en la educación significa entonces promover una pedagogía crítica y emancipadora que cuestione y transforme las relaciones de poder o la hegemonía que genera desigualdad.
Construir nuevas prácticas educativas en las que el saber sea multi interdisciplinar donde todos y todas participen y pertenezcan se hace obligatorio. Reconocer la diversidad de saberes, identidades y experiencias que existen en las sociedades actuales, supone desarrollar una conciencia crítica y ética que permita a los sujetos actuar como agentes de cambio social, comprometidos con la construcción de una sociedad más justa, democrática e intercultural. Aguado, T., Gil-Jaurena, I., & Mata-Benito, P. (2008) Se debe por tanto alejar de la teoría de la educación lo que se debe ser y más bien centrarse en la práctica de lo que debe hacer. Es decir, el crear espacios de diálogo, participación y colaboración entre los diferentes actores educativos donde cuestionar y transformar las relaciones actuales de educación y sociedad sea una realidad en la que sí es fundamental la cultura de la paz y de la ciudadanía diversa.
Conclusión
La realidad de las diversidades y la interculturalidad en la educación es un desafío que requiere de una formación específica por parte de los profesionales de la educación, así como de una adaptación curricular y metodológica que responda a las demandas de una sociedad plural y cambiante.
La educación intercultural no solo beneficia al alumnado, sino que también contribuye a construir una ciudadanía más crítica, responsable y comprometida con los valores democráticos y los derechos humanos la interculturalidad en la educación implica reconocer y valorar la diversidad como una fuente de enriquecimiento mutuo, así como fomentar el diálogo y la colaboración entre los distintos grupos culturales.
Por Ana Santana (asanta14@ucm.es)
Bibliografía
Soriano, R. (2004). Interculturalismo: entre liberalismo y comunitarismo. Editorial Almuzara.
Ortega, P., Mínguez, R., & Sierra, J. A. J. (2001). La educación moral del ciudadano de hoy. Teoría de la educación, (13), 287-292.
Carbonell, M. (2003). El principio constitucional de igualdad. Comisión Nacional de los derechos Humanos.
Aguado, T., Gil-Jaurena, I., & Mata-Benito, P. (2008). El enfoque intercultural en la formación del profesorado: Dilemas y propuestas. (the intercultural approach to teacher training: Dilemmas and proposals). Revista complutense de educación, 19(2), 275-292.
Gimeno Sacristán, J. (1992). Currículum y diversidad cultural. Revista Educación y Sociedad, 11, 127-253.
Villagómez, M., & de Campos, R. C. (2014). Buen vivir y educación para la práctica de la interculturalidad en el Ecuador. Otras prácticas pedagógicas son necesarias. Alteridad, 9(1), 35-42.