«Hahatay» son risas de Gandiol
Este el el Boletín 4 del proyecto Educadundu, que tiene como objetivo la visibilización de estrategias de la buena vida africana
«Hahatay» son risas de Gandiol es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja en la cooperación para el desarrollo entre Senegal y España. «Hahatay» significa carcajadas de sonrisas, algo que los niños hacen constantemente a pesar de las dificultades del día a día.
La Ong trabaja para el desarrollo comunitario de Gandiol, situada en el norte de Senegal. Fue fundada por Mamadou Dia después de su periplo para Europa y la publicación de su primer libro 3052.
Hahatay es hoy un espacio de encuentro que une a un grupo de personas con la misma inquietud y el compromiso de implicarse por un desarrollo humano integral. Reflexionan, reaprenden y actuan a través del mestizaje como herramienta para la inclusión y la participación.
El pasado mes de septiembre, compañeros y compañeras de MAD África estuvieron ahí con un grupo Scout. Este fue el relato que hicieron sobre su experiencia en Hahatay:
Hoy nos hemos levantado tempranito, como siempre, y nos hemos puesto rumbo a Gandiol, a las afueras de Saint Louis, para conocer la asociación «Hahatay, Sonrisas de Gandiol».
Gandiol es una comunidad de pueblos, algo parecido al Aljarafe en Sevilla. Cuando llegamos a la asociación nos recibieron en el lugar de residencia de los trabajadores de Hahatay. Allí nos encontramos un pequeño paraíso del desarrollo sostenible, cultural y artístico. Hahatay, son-risas de Gandiol, surge de una iniciativa de varios jóvenes senegaleses y españolas. El presidente, Mamadou Dia, migró a España, cruzando en cayuco hasta Canarias, en 2006 y estuvo 9 años. Durante su estancia en España, y se vió decepcionado por el sueño de «El dorado Europeo». Se dió cuenta como nuestro supuesto desarrollo nos había hecho deshumanizarnos. Mientras Europa crecía a nivel económico y tecnológico, Senegal crecía a nivel social y de vida en comunidad. Fue entonces cuando decidió que la mejor opcion no era migrar a Europa en busca de su crecimiento personal sino en buscar el crecimiento en su país de origen, en su ciudad natal.
¿Y cómo lo hizo? Se juntó con españolas que había conocido en España y con jóvenes de su pueblo para generar un espacio cultural, en el cual todas las infraestructuras están realizadas con materiales reciclados, y lo más importante, materiales locales. En este lugar podíamos encontrar una escuela infantil para los niños de la comarca. El Estado les proporciona una profesora para impartir las clases. Además, en el centro se fomenta el arte, la cultura y la música.
Durante nuestra estancia nos enseñaron las instalaciones, cómo estaban hechas y cuál era el origen y el fin del proyecto.
Después de esto mantuvimos un debate entre españoles y senegaleses donde pudimos ver los diferentes aspectos y puntos de vista sobre la migración.
Por último, después de comer, tuvimos la oportunidad de colaborar con la asociación quitando las malas hierbas y moviendo los azulejos, creados por ellos, para seguir creando nuevas instalaciones.
Consideramos que fue una experiencia maravillosa y muy positiva, sobre todo, después de haber estado ayer en las daaras y ver las duras condiciones en las que los niños talibé se encontraban. Fue un alo de esperanza para todos ver como había jóvenes convencidos con cambiar y crear un mundo mejor y una motivación para transformar ahora nosotros nuestro entorno.
Como anecdota decir que en este espacio fue la primera vez que vimos a un niño con discapacidad mental en Senegal, estaba muy acogido por los trabajadores de Sonrisas de Gandiol.
Para terminar, agradecer enormemente la teranga de Hahatay con nosotros.