La Agenda 2030 y los ODS desde una mirada crítica
Lis Regis Dias, participante del curso de formación de voluntariado universitario del Proyecto Baramu 2, reglexiona sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde una mirada crítica.
Partiendo de la urgencia de aliar el desarrollo económico y la responsabilidad ambiental, buscando garantizar el mantenimiento de los recursos naturales a las generaciones futuras y seguir con el desarrollo económico y social a la vez, fue creada en 2015 la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El proceso de su creación tuvo inicio en la Rio+20, en 2013, pero fue consolidado en 2015, en la Cúpula de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
La agenda 2030 tiene 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que sirven de guías para las metas que los países deben tener hacia una sociedad ecológicamente sostenible, equitativa, y que garantiza los derechos básicos a la población mundial. Los 17 ODS son:
1. Fin de la pobreza
2. Hambre cero
3. Salud y bienestar
4. Educación de calidad
5. Igualdad de género
6. Agua limpia y saneamiento
7. Energía asequible y no contaminante
8. Trabajo decente y crecimiento económico
9. Industria, innovación y infraestructura
10. Reducción de las desigualdades
11. Ciudades y comunidades sostenibles
12. Producción y consumo responsables
13. Acción por el clima
14. Vida submarina
15. Vida de ecosistemas terrestres
16. Paz, justicia y instituciones sólidas
17. Alianzas para lograr los objetivos
De manera general, los objetivos planteados son muy importantes y urgentes hacia una sociedad comprometida con los derechos humanos, económicos, sociales y culturales. Sin embargo, hay que preguntarse: ¿en qué modelo de sociedad están basados estos Objetivos? ¿Es un modelo que respeta la diversidad cultural y otras maneras de mirar a la realidad y al “desarrollo”, o sigue un patrón occidental? Teniendo en cuenta el modelo capitalista y neoliberal hacia el que la sociedad occidental está orientada, ¿es posible alcanzar estos objetivos de manera equitativa, o seguiremos con la lógica de que para que algunos países los alcance, otros van a tener que pagar caro por eso?
En la charla del Congreso Formativo Cooperación Internacional (Valladolid), Mbuyi Kabunda habla sobre la situación de África en la globalización. Defiende la idea de que la globalización produce muchas riquezas y la posibilidad de intercambios entre los países, pero también produce desigualdades: “Hay que humanizar la globalización”, dice.
Kabunda trae el concepto de los “Altermundistas”, es decir, aquellos que ven la posibilidad de otro mundo posible, de otras maneras de organizarse social y políticamente que puedan de hecho comprender los derechos y la manera de vivir de los países subalternos. Esta idea me recuerda al concepto de Sistema-Mundo de Pastora Filigrana (2020), “(…) sistema civilizatorio capitalista y todo el imaginario ideológico que lo sostiene” (p. 13) y la noción de que los gitanos no son bienvenidos por la sociedad paya justo porque desafían el modo de vida capitalista y individualista al que estamos acostumbrados y al que tenemos normalizado.
Otra persona de la que me acuerdo cuando hablamos de “Altermundistas” es el líder indigena y ambientalista brasileño Ailton Krenak (2019): “Quizá estemos muy condicionados a una idea de ser humano y a un tipo de existencia. Si desestabilizamos este patrón, quizá nuestra mente sufra una especie de ruptura, como si cayéramos en un abismo. ¿Quién dijo que no podemos caer? ¿Quién dijo que ya no estamos cayendo?” (traducción libre).
En esta dirección, parece que los países “tercermundistas” siguen sosteniendo el desarrollo y el bienestar de los países “de primer mundo”. Creo que es importante involucrar los países del mundo juntos hacia un desarrollo sostenible, y que el mundo es un ecosistema que debe funcionar en sintonía para que las cosas estén en equilibrio a nivel ambiental, social y económico. Pero también es necesario que estemos atentas a la existencia de diversas maneras de ver y vivir el mundo, y de la necesidad de que los pueblos puedan empoderarse de sus saberes y haceres para una vida verdaderamente digna y decolonial. Por un Desarrollo Sostenible que no imponga una visión occidental de democracia y derechos humanos, y que sea de hecho construído por los pueblos y para los pueblos.
Por Lis Regis Dias
Referencias
Ailton Krenak. (2019). Ideias para adiar o fim do mundo. Companhia Das Letras.
Pastora Filigrana. (2020). El pueblo gitano contra el sistema-mundo: reflexiones desde una militancia feminista y anticapitalista. Akal.