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23/septiembre/2019

Diario de Viaje: Senegal dia 5

Las personas participantes del Proyecto Mundo ya están en tierras africanas. A partir de hoy y hasta el próximo final de semana Scouts Católicos de Andalucía y MAD África vamos compartir crónicas diarias de nuestro cotidiano en Senegal.

23/09/2019 – Crónica escrita por Elisa y Alberto (MSC)

El viaje a Saint Louis, en autobús, ha sido una verdadera aventura. Había muchos controles policiales, además del intenso tráfico. Se hizo tarde, así que sobre las 23h paramos a comernos un bocata de cochifrito con patatas y pudimos probar el bissap, una bebida senegalesa muy refrescante y dulce.

Continuamos hasta nuestro destino, pasando mucho calor y durmiendo lo que podíamos. Finalmente llegamos a las 5 de la mañana. Aquí comenzó la segunda odisea: descargar el autobús, montar todo el campamento y poner las mosquiteras. Antes de irnos a «dormir» pudimos disfrutar de una ducha, a cubazos, mientras veíamos el amanecer. ¡Que nada nos quite el buen humor!

Después de haber dormido un par de horas, fuimos a la ciudad para conocerla en un paseo a caballo. Saint Louis es la antigua capital del país y está ubicada en la desembocadura del río Senegal. Fue la primera ciudad al oeste del continente africano en casi todo (radio, sistema de estivadores, primera colonia francesa,…) y actualmente la mayoría de la población se dedica a la pesca. Por el cambio climático y la subida del nivel del mar, las casas de la costa están siendo destruidas, lo que es un gran problema actual de la ciudad. Es un lugar de convivencia de musulmanes y cristianos y nos ha sorprendido cómo la gente hace la vida casi al completo en la calle.

Después volvimos al local, donde nos alojamos, para comer y tras una larguísima siesta (de 5 minutos) fuimos a visitar las daaras, escuelas donde los niños (las niñas no) estudian el Corán. En compañía de miembros de la Asociación Keur Talibe Ndar (4 chicos y 2 chicas) hemos visto con nuestros propios ojos las condiciones en las que niños, venidos de las zonas rurales del país, conviven bajo las enseñanzas del marabú, la persona encargada de enseñarles las leyes coránicas. Gracias a la asociación, los niños pueden comer varias veces al día y no subsistir de las limosnas que mendigan cuando no están estudiando. Además, asociaciones como ésta, tratan de mediar con los marabús para asegurarse de que el trato que reciben los niños es adecuado. Ha sido la experiencia más chocante del viaje hasta ahora pero nos da esperanza saber que hay gente que se preocupa y trabaja voluntariamente por los más vulnerables.

Para finalizar el día hemos tenido una charla sobre género y hemos constatado que todavía queda mucho por hacer, pero nos gustaría hablar con nuestras amigas scouts senegalesas para conocer más del «feminismo de a pie».

Está siendo un viaje realmente enriquecedor y cada momento que compartimos con la gente de aquí hace que el cansancio, los mosquitos y la calor merezcan la pena. ¡A topiwi con lo que nos queda!