¿Qué ves cuando vas al cine? Del blackface a la mal llamada inclusión forzada
Este artículo explora cómo la industria del cine navega entre el blackface y la controversia de la ‘inclusión forzada’ en la representación de la diversidad.
Por Rudy Bruña Solarte
Alumna del Curso de Formación Nuevas Narrativas: Recuperando el poder del discurso social y humanista sobre las migraciones
La representación de personas racializadas en el cine ha sido históricamente problemática, con prácticas racistas como el blackface y la perpetuación de estereotipos negativos. Estas prácticas no solo han deshumanizado a las personas negras, sino que también han moldeado percepciones públicas perjudiciales. Ejemplos históricos incluyen películas como «The Birth of a Nation» y «The Jazz Singer». En contraste, en las últimas décadas ha habido un movimiento hacia una representación más auténtica y positiva, con películas como «Moonlight» y «Black Panther» destacándose por su representación rica y matizada. El concepto de «inclusión forzada» ha sido debatido, pero es importante reconocer que la inclusión no solo es una cuestión de justicia social, sino también de enriquecimiento artístico. La representación auténtica promueve la empatía, la comprensión y la auto-percepción positiva, desafiando estereotipos y proporcionando una plataforma para diversas voces.
Como persona negra, me ha parecido muy problemática la forma en la que hemos sido retratadas las personas racializadas, las diversidades sexuales y de género, los cuerpos gordos, discas y no hegemónicos a lo largo de la historia del cine y la televisión.
Nos retratan, mayoritariamente como personajes secundarios, de relleno, caricaturizados, ridiculizados, ejerciendo o siendo víctimas de violencias. Ese tipo de representaciones causaron en mí, un rechazo a mi identidad, una vergüenza de ser lo que soy, no podía creer que esas cosas que veía en la televisión era lo que los demás pensaba que yo era.
La representación de personas racializadas en el cine ha sido un tema de discusión y análisis durante décadas. Desde las prácticas racistas como el blackface hasta los estereotipos negativos perpetuados en la pantalla, la industria cinematográfica ha tenido un impacto significativo en la percepción pública de diversas etnias y culturas. Sin embargo, en tiempos recientes, ha habido un movimiento creciente hacia una representación más inclusiva y auténtica, desafiando las narrativas tradicionales y buscando ofrecer una plataforma para voces diversas. Este artículo explorará la importancia de dicha representación, los daños causados por prácticas racistas y estereotipos, y el debate en torno a la llamada «inclusión forzada».
Blackface y su Impacto
El blackface es una práctica en la que personas no negras se maquillan para parecer negras, generalmente de manera caricaturesca y ofensiva. Esta práctica tiene sus raíces en los espectáculos de minstrel del siglo XIX, donde los artistas blancos representaban a personas negras de manera burlesca, reforzando estereotipos negativos y deshumanizantes.
Una de las primeras películas en utilizar blackface de manera prominente fue «The Birth of a Nation» (1915) de D.W. Griffith. Considerada una obra maestra técnica por su innovador uso de la cinematografía y la narrativa, la película ha sido ampliamente criticada por su racismo flagrante y su glorificación de la supremacía blanca. Los actores blancos en blackface interpretaron personajes negros de manera extremadamente negativa, consolidando estereotipos que aún perduran.
«The Jazz Singer» (1927), dirigida por Alan Crosland, es otra película icónica que utiliza blackface. Aunque es histórica por ser una de las primeras películas sonoras, ha sido criticada por perpetuar prácticas racistas. Al Jolson, el protagonista, aparece en blackface durante varias actuaciones, lo que refuerza la idea de que el talento negro solo era aceptable cuando era representado por blancos.
El uso del blackface no solo fue ofensivo, sino que también tuvo un efecto devastador en la representación de las personas negras en el cine y en la sociedad en general. Al reducir a las personas negras a caricaturas, se negaba su humanidad y complejidad, perpetuando la idea de que las personas negras eran inferiores y objetos de burla.
Estereotipos Negativos
Más allá del blackface, los estereotipos negativos han sido una constante en la representación de personas racializadas en el cine. Estos estereotipos simplifican y distorsionan la realidad de las experiencias de estos grupos, reforzando prejuicios y perpetuando la discriminación.
«Gone with the Wind» (1939), dirigida por Victor Fleming, es un ejemplo clásico. Aunque no utiliza blackface, presenta a los personajes negros de manera estereotipada. Mammy, interpretada por Hattie McDaniel, es el arquetipo de la «mammy» servil y feliz en su papel de criada, mientras que Prissy, interpretada por Butterfly McQueen, es retratada como infantil y incompetente. Esta representación refuerza la narrativa de que las personas negras eran felices y estaban satisfechas con su subordinación durante la era esclavista, una distorsión peligrosa y dañina de la historia.
Otro ejemplo es «Breakfast at Tiffany’s» (1961), dirigida por Blake Edwards, que presenta al personaje del Sr. Yunioshi, interpretado por Mickey Rooney. Aunque este personaje es japonés y no negro, la representación es un caso claro de racismo a través de la caricaturización. Rooney usa un maquillaje exagerado y un acento caricaturesco, reduciendo la identidad japonesa a una burla ofensiva. Aunque esta práctica no es blackface, refleja el mismo desprecio por la autenticidad y el respeto hacia las minorías.
Estas representaciones dañinas no solo afectan a las personas representadas, sino que también moldean las percepciones del público general, perpetuando la ignorancia y los prejuicios. Al presentar a las personas racializadas de manera unidimensional y negativa, el cine ha contribuido a una cultura de discriminación y exclusión.
La industria del cine navega entre el blackface y la controversia de la ‘inclusión forzada’ en la representación de la diversidad
No existe la inclusión forzada, sino la exclusión forzosa en la historia del cine y la televisión de las personas que no son blancas, heterosexuales y cisgenero.
El concepto de «inclusión forzada» surge del argumento de que la diversidad en el cine a veces se implementa de manera superficial, simplemente para cumplir con una cuota o para evitar críticas. Sin embargo, esta perspectiva a menudo ignora el contexto histórico de exclusión y las barreras estructurales que han impedido a las personas racializadas acceder a la industria cinematográfica.
Es esencial entender que la inclusión en el cine no es solo una cuestión de justicia social, sino también de enriquecimiento artístico. La diversidad de experiencias y perspectivas puede llevar a historias más ricas y variadas, beneficiando tanto a los creadores como a las audiencias.
La crítica a la inclusión forzada a menudo se centra en la idea de que los personajes racializados son introducidos de manera artificial o que sus historias no son relevantes para la narrativa principal. Sin embargo, esto subestima la capacidad del cine para evolucionar y adaptarse. Las historias de personas racializadas son intrínsecamente valiosas y merecen ser contadas con autenticidad y respeto.
La Importancia de la Representación Auténtica
La representación auténtica de personas racializadas, diversas, no hegemónicas en el cine es crucial por varias razones. En primer lugar, permite que las personas de estos grupos se vean reflejadas de manera precisa y respetuosa, lo que puede tener un impacto positivo en su auto-percepción y autoestima. Ver personajes que se parecen a ellos y que tienen experiencias similares puede ser profundamente empoderador y validar sus propias vivencias.
Además, la representación auténtica promueve la empatía y la comprensión entre diferentes grupos. Cuando las historias de personas racializadas, diversas y no hegemónicas se cuentan de manera honesta y compleja, los espectadores pueden ver más allá de los estereotipos y reconocer la humanidad compartida. Esto puede ayudar a combatir el racismo y la discriminación, al desafiar las narrativas simplistas y prejuiciosas.
Michael Morgan, antiguo profesor emérito de la Universidad de Massachusetts, dijo: «Las historias importan, las historias afectan a cómo vivimos nuestras vidas, cómo vemos a otras personas, cómo pensamos en nosotros mismos.» (Boboltz y Yam, 2017). La diversidad en las películas y series de televisión populares importa porque una representación precisa de la sociedad afecta tanto a los grupos sobrerrepresentados como a los infrarrepresentados de la sociedad. Mientras que una representación inexacta, a menudo ofensiva, es perjudicial tanto para comunidades enteras como para personas individuales. La representación importa. La representación afecta a las personas. Todo el mundo merece que se cuente su historia.
Ejemplos de Representación Positiva
En las últimas décadas, ha habido un movimiento hacia una representación más inclusiva y auténtica en el cine. Películas como «Moonlight» (2016), dirigida por Barry Jenkins, y «Black Panther» (2018), dirigida por Ryan Coogler, han sido aclamadas tanto por la crítica como por el público por su representación positiva de personas negras.
«Moonlight» narra la vida de Chiron, un joven afroamericano, en tres etapas cruciales: infancia, adolescencia y adultez. La película explora temas de identidad, sexualidad y lucha personal, ofreciendo una representación rica y matizada de la experiencia negra. Ganó el Premio de la Academia a la Mejor Película, demostrando que las historias auténticas pueden resonar profundamente con una audiencia amplia.
«Black Panther» es otro hito importante. Como la primera película de superhéroes de Marvel con un elenco predominantemente negro y un director negro, rompió barreras y se convirtió en un fenómeno cultural. La película no solo celebra la cultura africana a través de su ambientación en el ficticio país de Wakanda, sino que también presenta a personajes negros fuertes, inteligentes y complejos, desafiando los estereotipos tradicionales.
“Encanto” película animada de Disney ambientada en Colombia y que contó con todo un equipo, que se preocupó por realizar una representación adecuada de la diversidad étnico racial del territorio.
Conclusión
La representación de personas racializadas en el cine es un tema complejo y multifacético que abarca desde la historia del blackface y los estereotipos negativos hasta los esfuerzos contemporáneos por una inclusión auténtica. La importancia de esta representación no puede subestimarse; afecta tanto a las personas representadas como a la sociedad en general, moldeando percepciones, actitudes y creencias.
A medida que la industria cinematográfica continúa evolucionando, es crucial que se sigan desafiando las narrativas tradicionales y se abran más oportunidades para las voces diversas.
La reflexión anterior se basa en un análisis general de la representación de personas racializadas en el cine y la importancia de la inclusión auténtica. No utilicé fuentes específicas para escribir la reflexión, sino que recurrí a un entendimiento general sobre el tema basado en conocimientos previos y discusiones ampliamente disponibles en la crítica cinematográfica, estudios culturales y debates sobre diversidad e inclusión en la industria del entretenimiento.
Si se desea más detalles específicos o referencias académicas sobre estos temas, aquí algunas sugerencias que podrían ser útiles para la comprensión del tema:
- «White: Essays on Race and Culture» de Richard Dyer: Este libro analiza cómo las representaciones en el cine y la cultura popular han contribuido a la formación de conceptos raciales.
- «Colorblind Casting and the Politics of Race in the American Theater» por Naomi Zack: Aunque se centra en el teatro, este libro también aborda temas relevantes para el cine sobre cómo la raza y la etnicidad son tratadas en las artes.
- «The Hollywood Jim Crow: The Racial Politics of the Movie Industry» de Maryann Erigha: Explora cómo la industria del cine en Hollywood ha manejado las cuestiones raciales y las políticas que han influido en la representación de personas negras en el cine.